viernes, 29 de enero de 2016

Carta de una madre

Hoy, que es el día de la paz, se me ha ocurrido este relato.  El relato es para el Territorio de Escritores y tiene que llevar esta frase: “SI ME DAS A ELEGIR UNA SOLA PALABRA QUE QUEDO CON LA PAZ: DE VIDA, DE MENTE, DE ESPÍRITU”



Querido hijo:
Solo unas palabras para darte las gracias por tu deseo de hacerme inmortal. Y conocida en todo el mundo.
Famosa.
Aunque ahora sé que hubiera preferido mantenerme en el anonimato.
Siempre supe que tú pasarías a la historia. Qué harías algo tan grande que la humanidad te recordaría por y para siempre.
Bien sabe Dios que mi deseo era que fueras médico, pero tu padre te alentó a que siguieras la carrera militar. Y la seguiste. Con éxito. Tu férrea disciplina unida a tu patriotismo te convirtieron en lo que llegaste a ser: un piloto famoso. Realizaste varias misiones sobre la Alemania nazi, logrando traer siempre de regreso a casa a tus bombarderos ametrallados por el enemigo.
Después: la gloria. Paul, el héroe nacional que con una sola intervención habías acelerado  el fin de la lucha en el Pacífico, salvando de una muerte segura a miles de marines.
Pero toda esa buena reputación cambió de curso cuando el mundo conoció lo que había sucedido en realidad.
Una mañana de agosto, el pequeño chico salió del vientre de ese avión que habías bautizado con mi nombre. Y el cielo se desplomó en aquella población aplastando a sus habitantes.  Las cifras de esos muertos estallaron en la conciencia de los norteamericanos.
También en la mía.
¡Qué contradictorio! Yo deseaba que salvaras vidas y tú de un plumazo aniquilaste cientos de ellas. Miles. “Little Boy” cumplió bien tus órdenes. Era pequeño, pero mortífero.
Sí, Paul, has pasado a la historia. Pero yo no estoy orgullosa de ti. Tampoco de haber pasado contigo.  Siempre unidos. Siempre maldecidos.
Si pudiera pedir un deseo rogaría no ser famosa.  Si alguien me dijera que me gustaría borrar de mi vida sería tachar mi nombre de la memoria de los hombres, siempre asociado a esa máquina infernal. Si me dieras a elegir una sola palabra me quedo con la paz: de vida, de mente, de espíritu.
La que tú me quitaste.
Tu madre.

Enola Gay

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